©Antonia Cerrato Martín-Romo. Con la tecnología de Blogger.

sábado, 21 de enero de 2012

Visita de mi amiga Rosa Cáceres a Extremadura



Querida Rosa:

Agradecerte infinito el regalo de tu visita, tus palabras, tu alegría y optimismo, la confiaza en mí, sin siquiera conocernos, tu valentía, tu gran valía como novelista y profesora y esa amistad que sembraste entre nosotros. Un saludo muy cariñoso a tu infatigable y cordial compañero y que Dios te pague la generosidad con que has venido a nuestra recia y acogedora tierra.

6 comentarios:

  1. ¡Ole,Tony!...no podía escribirlo mejor.Comparto contigo el sentimiento de admiración y amistad hacia esta gran novelista y excelente persona. Ninguna olvidaremos las horas que pasamos junto a ella y su esposo, ni nosotros ni los que tuvieron la suerte de compartir con nosotros este evento. Es todo un personaje.

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  2. (Quise decir ...no podría escribirse mejor)...jaja...besitossssss

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    1. Gracias a ti por gestionar su visita y allanar todos los obstáculos. Por tu compañía y disponibilidad. Ahí, en la sombra, dando luz, como siempre.
      Un abrazo, amiga.

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  3. Tony, comparto tus elogios a nuestra querida profesora Rosa Cáceres. Quizá su apellido le dió el ánimo necesario para visitar nuestra región. Lástima que no pude ir a escuchar sus dignas palabras, vivo a noventa kilómetros de Badajoz.
    Un besino a ella y otro para ti.
    Goriot.

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    1. Goriot, compañero, cuánto tiempo. Qué alegría verte por aquí. Nos hubiera encantado tenerte, pero entendemos las circunstancias. Te habría encantado, pero no pierdas la esperanza, igual consigues verla en sus muchas presentaciones.
      Un abrazo fuerte. Tony

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  4. Querida Antonia, el agradecimiento es mío, y además es grandísimo, hacia ti, que me presentaste en esa vuestra tertulia y hacia Francisca, que, como bien dices, gestionó mi visita y me convenció para que acudiera a tantos kilómetros de distancia como estamos, cosa de la que no me arrepiento, pues encontramos allí mi marido y yo a unas personas valiosas y generosas, acogedoras y tan naturales y amables que me llegaron al corazón, entraron en él y no se van a marchar ya, porque se han quedado en él para siempre.
    Un abrazo

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