©Antonia Cerrato Martín-Romo. Con la tecnología de Blogger.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Recital por la Justicia en el Mundo en la Real Sociedad económica Extremeña Amigos del País

El acto, presidido por el Secretario de la Real Sociedad Económica Extremeña Amigos del País,  D. Carlos Fajardo, la representante del Centro Extremeño de Cooperación con Iberoamérica de la Universidad de Extremadura, Dª Esperanza Rayo y la Presidenta de la Asociación MIGAS (Miscelánea Integrada Grupos Artísticos y Sociales, Dª Antonia Cerrato Martín-Romo, quién además, presentó y coordinó el evento.
Decoración de mi buena amiga Maricruz Amaya
El cartel, del Decano de Bellas Artes de la Universidad de Extremadura. La información, por mi otra buena amiga, Caridad Jiménez.

Y mi poema 
Sembradores de Justicia


Pensé alguna vez
que la justicia era trigo
que se echaba sobre el surco,

que el diestro manijero
la segaba en su sazón
para alimentar al hombre honrado
que puebla la vida.

Pensé que si del grano sale la espiga,
exacta a la semilla sembrada,
no habría hambre
para el que abre su mano
pidiendo pan.

Alguna vez creí
que sola y sin vigilancia,
la justicia maduraba,
que su cabeceo sinuoso
sobre el tallo paciente,
era la complacencia de aves y campesinos:

ella , digna hogaza,
en sus nidos abiertos
a la luz y al canto.

En ningún momento adiviné tormentas,
pedrisco vengativo y feroz,
ansia viva de nubes sicarias;

tampoco reparé en gañanes furtivos
que ultrajan las lindes,
pisotean la sementera
robando sin escrúpulos
el fruto del trabajador.

¡Cómo soñar siquiera
que sobre el brocal de los campos
donde nadie parece aventurarse,
pueda algún depravado mancillar
el  designio último de la justicia!

Llegué a convencerme
que ella era también el derecho,
el camino recto que llega del sembrador al molino,
que no había atajos,
que nadie podría encerrarla en el pozo
junto a la luna, para ahogarla, sin más
ante los ojos cándidos de los niños.

Ah, bendita inocencia
que nos absuelve de regar, de vigilar,
de segar, de moler, de amasar…
y de repartir.

Siempre creí, que la Justicia,
como tantas otras cosas
era de floración espontánea
regalo de las estaciones
disposición de los poderosos
irremisible sumisión, agua para otro cántaro.

¿Pensé alguna vez
en arar la tierra, echar con fe la simiente,
 construir con solidez el molino,
levantar vallas que salvaguardaran la sembradura?

Yo creí, yo pensé, yo me convencí…

Y mientras, los pájaros, devoraron la  semilla.

Antonia Cerrato Martín-Romo
16 de noviembre de 2013




lunes, 11 de noviembre de 2013

Recital solidario en Cáceres




Como un septiembre para Carolina
(Para mi hija Carolina)

Pongo rumbo a septiembre
puerto  de todas las despedidas.

Las gaviotas, pañuelos sobre la playa
de un adiós, asumido, como la ola del mar,
irremisible, como la arena y las mareas.

Pongo rumbo a septiembre
desde la quilla de todos los adioses
llevando como grumetes
a los héroes y a las estrellas
pero también la mordedura de los naufragios

porque se escora tantas veces
el corazón de una madre…

en medio del   océano
colmado de septiembres,
cáscara de nuez frente a la incertidumbre,
la voz de la sangre me vuelve ancla inamovible,
y me sueño farallón contra los días
que han de parir un junio, tierra prometida,
contra mis férreos cantiles, bendecidos,
de mujer.


23 de septiembre de 2013